Catedrático de Derecho Financiero y Tributario
ESERP
Business & Law School
Revista QuincenaFiscal, nº 18, 2021
Las nuevas reglas
en el IVA del comercio electrónico aprobadas por medio del RDL 7/2021, de 27 de abril, que incorpora al ordenamiento interno
la Directiva (UE) 2017/2455 del Consejo, de 5 de diciembre de 2017, y la
Directiva (UE) 2019/1995 del Consejo, de 21 de noviembre de 2019, introducen
importantes modificaciones en el ámbito de la tributación de las ventas a
distancia, es decir, las entregas de bienes contratadas por internet por
consumidores finales comunitarios, que son enviados por empresarios o
profesionales desde otro Estado miembro o un país o territorio tercero. Estas
operaciones quedan sujetas al IVA en el Estado miembro de llegada de la mercancía
o de establecimiento del destinatario, reforzando así el principio de
tributación en destino en el IVA.
Asimismo, se introducen modificaciones importantes en la gestión tributaria del comercio electrónico en el IVA, ampliando los regímenes especiales de ventanilla única, que pasan a ser el procedimiento específico para la gestión y recaudación del IVA devengado por estas operaciones a nivel comunitario. Y, por primera vez, se involucra a los titulares de las interfaces digitales que facilitan el comercio electrónico, que se convierten en colaboradores de la propia recaudación, gestión y control del impuesto.
En nuestra opinión, resulta acertado el reforzamiento del principio de tributación en destino en las operaciones de comercio electrónico con particulares. En este sentido, la normativa aprobada está encaminada a ser más respetuosa con el principio de neutralidad, tanto en su vertiente espacial como intersectorial. Con las nuevas reglas del IVA en el comercio electrónico se alcanza un elevado grado de convergencia en la regulación de las prestaciones de servicios por vía electrónica y las ventas a distancia de bienes a particulares. No tenía sentido que en las ventas a distancia de bienes a particulares se permitiera elegir tributar en el Estado de origen o en el Estado de destino hasta que no sobrepasaran un umbral de facturación anual en este último, mientras que los servicios intracomunitarios europeos prestados por vía electrónica siempre debían tributar en destino.
Resulta, por lo tanto, acertado aplicar el principio de tributación en destino en las operaciones comerciales electrónicas con particulares, para conseguir que la cuota de IVA sea la misma con independencia del lugar de procedencia del producto. Se puede afirmar, pues, que la regulación avanza en la implementación de este principio cuando el destinatario sea un particular.
Ahora bien, no hay que olvidar que la regla general sobre tributación del IVA en origen, según el art. 45 de la Directiva 2006/112/CE, no cambia tras la introducción de estas medidas y la utilización de estos regímenes especiales seguirá siendo voluntaria, de modo que el objetivo final de la tributación en destino parece todavía lejos de conseguirse.
En cualquier caso, a nuestro juicio, la reforma normativa ha vuelto a caer en el mismo defecto que caracteriza la regulación del IVA en general y la tributación del comercio electrónico en particular: su excesiva complejidad. Resulta muy difícil llegar a comprender en toda su extensión la regulación de esta materia, con constantes remisiones, con un lenguaje poco claro, a menudo ininteligible y con unas normas técnicamente muy complicadas, en ocasiones, confusas y enmarañadas, lo cual las convierte en difíciles de interpretar, creando una evidente inseguridad jurídica.
Sumario
I. Introducción
II. Evolución legislativa
III. Ventas a distancia intracomunitarias de
bienes
IV. Ventas a distancia de bienes importados
V. Entregas de bienes facilitadas a través de
una interfaz digital
VI. Regímenes especiales del comercio electrónico
VII. Régimen exterior de la Unión
VIII. Régimen de la Unión
IX. Régimen de importación
X. Conclusiones
XI. Bibliografía
